Ponga Play y disfrute de la entrada.
Tenía 17 años cuando me encontraba sentada en una barda del Edificio de Bellas Artes, inspirada y con nulos conocimientos de lo que era la perspectiva, las sombras angulares que pegan en una fachada, lo ecléctico, las características del Gótico, del Barroco, y mucho menos de los órdenes griegos. Tenía una tabla en mi mano, un lápiz 2B y un cuarto de papel fabriano, la encomienda de la tarde era dibujar la fachada del Edificio de Correos, diseñado por el Arquitecto italiano Adamo Boari, mismo creador del proyecto de Bellas Artes en la época del mandato de Porfirio Díaz.
Recuerdo a las personas pasar a mi lado, algunas se quedaban brevemente a observar mis trazos, comparando la realidad con mi dibujo. Había algo mágico en el ambiente, una sensación de que aquello era una señal divina. Siempre me he dejado llevar por sensaciones, intuiciones y vibras.
Así es como te puedo concebir ahora y agradezco tu existencia, agradezco esos trazos que me llevaron a ver el mundo a través de quien ama y diseña el espacio. Agradezco que esa cultura y nuevos conocimientos llevaran a mi mente creativa a querer saber más, a querer indagar más en aquel mundo que para mi se estaba abriendo, dándome una pequeña bocanada en mi vida, lo que en un futuro se convertiría en mi pasión, en mi combustible para seguir adelante, a pesar del corazón roto por mi primer amor, a pesar de la soledad y de la tristeza, por muchos años estudiar Arquitectura fue mi fuga, mi sostén y mi equilibrio, fue mi punto estable, mi lugar de partida y mi sitio de confort, mi musa inalcanzable cuando me separé de ti y mi pasión desmedida y a la vez mi más grande y enorme frustración cuando te perdí.
El día de ayer O me invitó a dar un paseo por el centro histórico, mientras esperaba su llegada me quedé contemplando nuevamente el edificio, imponente y trascendental y atemporal como cualquier obra que se considera artística, como cualquier hito que se adhiere en la conciencia de un contexto. Te vi y mi mente se trasladó a aquella muchachita de 17 años que tenía que cumplir con su tarea de dibujo técnico. Me vi y me volví a ver una y otra vez, y nuevamente me encontré en mi presente, 9 años más tarde estoy parada frente al mismo edificio, te vuelvo a observar, te admiro, cuento tus ventanas de forma minuciosa, me doy cuenta de la asimetría en fachadas correspondiente a tus accesos, recordé que esa es una característica de la Arquitectura Ecléctica que rompe con los ordenes Neoclásicos. Vi y repasé los elementos en fachada, empezando por aquellos de corte Gótico y fue cuando la Nostalgia llegó, y así como hace 9 años abrí un ciclo, me di cuenta de que era momento de cerrarlo, no en su totalidad, pero si en parte.
Mi vida, mi vida sinceramente ha dado vueltas descontroladas los últimos 4 años, sin un rumbo, sin un guía, mi corazón es una enorme brújula descalibrada que no encuentra el norte desde hace varios ayeres. Nunca quise madurar plenamente y me inventé excusas, me aliené personalidades que compensaban mi falta de madurez, mi cobardía, mis enormes miedos, y por su puesto, un enorme ego falso que se encargaba de hacer todo lo que yo no podía realizar sola.
Ahora estoy aquí aceptando el desastre, viendo que efectivamente soy como una pequeña niña en un mundo de adultos que no me gusta, pero quiero crecer, quiero dejar a un lado el descontrol, la inmadurez, quiero alejar de mi motivaciones egocéntricas, motivaciones lujuriosas y carnales, motivaciones iracundas y yo... NADIA, la eterna niña atrapada en su burbuja, quiero romperla y empezar a vivir MI VIDA. Es momento de cerrar ciclos, momento de pedir perdón a quienes he dañado con pensamientos, actos y omisiones, es momento de dejar todo aquello que en mi pasado, por convicción ajena o propia ya NO ESTÁ Y NO SE ENCUENTRA PRESENTE.
A partir de hoy, a partir de estas letras quiero y estoy reeditando mi vida, estoy dando inicio a una nueva fase donde haré las cosas porque mi corazón y mi espíritu único y genuino lo desean. Hubo 3 cosas que marcaron mi infancia:
1. Mi primer cámara fotográfica.
2. Mis piezas Lego con las que construía casas.
3. Los libros de Arte de la casa de mis abuelos y mis revistas de Arte.
Quiero, deseo y necesito regresar a la UNAM, quiero deseo y necesito estudiar algo que me apasiona, quiero deseo y necesito despejar mi mente. Siempre me he visto a futuro como una mujer sumamente culta en cuestiones Artísticas, me nutre y me llena, me apasiona y me da cobijo el conocimiento artístico y lo he comprobado últimamente en mis clases de proyectos. Amo el Arte y sus diversas ramificaciones.
Carrera 433 UNAM HISTORIA DEL ARTE: Próximos planes de ingreso en marcha.
Carrera 102 UNAM ARQUITECTURA: Momento de cerrar con sus debidos honores este ciclo.
Hoy frente al edificio que inició el ciclo de estudios más importante de mi vida, he decidido cerrarlo y abrir uno nuevo. Hoy frente a los retablos de la catedral metropolitana, mientras el imponente órgano comenzaba a emitir melodías religiosas en la misa me volví a encontrar, volví a sentir algo maravilloso que nos regala el Universo todos los días: VIDA.



