miércoles, 14 de septiembre de 2011

El escape

Hace algunos años, siempre que visualizaba mi futuro me veía yo sola, en algún lugar muy lejano, Japón o Nueva York, con una gran mochila en mi hombro, una cámara, y mi enorme soledad. He aprendido a huir, salir de las circunstancias aparentando un triunfo, sin mostrarme vulnerable ante nadie ese es mi Modus Operandi. Ya me canse de huir, de seguir viendo mi futuro cargando esa soledad. 

El problema es que en mi mente solo estoy planeando el próximo escape, no importando el peso de mi soledad. Mi vida es como una canción de Snow Patrol.



Tal vez el destino era ese, estaban, aunque no lo sabían, unidos. Fue el destino quien los unió, al final ellos son parte de el mismo suceso de eventos que hacen mover al mundo, infinitos lazos que se van entretejiendo.

Ahora si a definirme

En mi entrada anterior mencione mi odio hacia los adjetivos pero creo que no saldré de esto jamás, necesito calificarme, evaluarme, definirme y creo que la sociedad monopolista, capitalista, jerárquica e individualista me esta orillando, como a cientos de personas a intentar definir mi persona. Siempre he tenido problemas con mi personalidad, nunca me he podido definir bien, siempre cambio, me aburro, me harto, no me encuentro a mi misma y siempre termino en el mismo lugar donde comencé.

Ayer leí una frase: "Si usted no aprende a balancear sus energías y sus emociones estará sumergido en un merengue intelectual". Sinceramente me dio muchísima risa, nunca imagine que la palabra merengue se pudiera nexar con la palabra intelectual, pero es precisamente lo que sucede conmigo. Soy una personita bastante inteligente, con un sentido común y una lógica creo yo un tanto respetable, no se cual es mi IQ pero creo que es alto, tengo la capacidad racional de ponerme en los zapatos de los demás, siempre que estoy bajo presión soluciono, acierto, resuelvo, pero a final de cuentas mi inteligencia emocional y mi inteligencia racional no se llevan, no son amigas, se repudian entre si y a final de cuentas somos un merengue intelectual.

No se balancear mis emociones, con mi raciocinio y siempre confundo a aquellos que me conocen. Espero que llegue el día en el cual todo pueda estar alineado de alguna forma, porque hoy, ayer y hace muchos ayeres solo me he podido definir como una mala persona. Soy peligrosa, soy como una pastilla de cianuro cubierta con un confitado agridulce. Mientras tanto y por ultimo solo mencionare que soy un merengue intelectual.

Adjetivos

Creo que los adjetivos son las peores palabras que el ser humano inventó, los sustantivos son directos,  los nombres son lindos, los pronombres adecuados, los verbos son útiles y prometen demasiado. Pero los adjetivos son una basura que simplemente se le agrega a las cosas para intentar definirías, clasificaras, que las determinan y las califican. ¿Es posible definirse como persona sin utilizar algún tonto adjetivo, o definir a alguien, a algo sin la necesidad de utilizar estas palabras?. El hombre siempre tiene que definir aquello que escucha, ve y siente, inclusive tiene la necesidad de definirse a si mismo una y otra vez, definir así mismo sus emociones, quizá es un proceso que se realiza cientos de veces a lo largo de la vida, siempre buscando el adjetivo que mejor le corresponda, aquel que le caiga como anillo al dedo.

Hoy quisiera definir con palabras lo que me sucede, los adjetivos no dan para más, tengo algunos sustantivos que ayudan: dolor, confusión, miedo, entusiasmo, amor y alegría, todo al mismo tiempo pero necesito agregar aquellos adjetivos que definan bien cada uno de ellos. Creo que si empiezo a ver las cosas con una visión menos impositiva de aquello que intento definir, las cosas solo serán puras y únicas: Amor solo es amor, aunque siempre necesitemos cuantificar todas nuestras emociones.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Rock the casbah!

Iniciando la semana con alegría porque encontré esta pegajosísima canción que escuche en los Simpsons y  que para mi sorpresa es de The Clash. Adoro este tipo de canciones que me ponen a bailar como si estuviese en una fiesta ochentera. ¡Vivan los ochentas!.

jueves, 8 de septiembre de 2011

When I knew you

Cuando te conocí lo impredecible sucedió, torturo mi mente con el recuerdo de aquellos ojos que me vieron por primera vez y que parecía que me habían visto por toda una vida. Quizá si sea necesario el reencarnar para volver a tener ese mismo encuentro, casual como cualquier otro para los espectadores pero íntimo y único para quienes lo vivieron.  Quisiera dedicarle mil canciones que expliquen de manera explícita lo que siento, pero probablemente arruinen todo y me encuentre en medio de una situación desastrosa, siendo que he admitido que cuando estoy confundida puedo ser altamente peligrosa. Aun así sigo alimentando mi mente de música que solo me tortura, intentando encontrar la melodía perfecta, las palabras perfectas que expliquen la situación difícil en la que me encuentro. Por el momento decido olvidar la fantasía, pero no puedo evitar admitir que esa fantasía me devolvió algo de la felicidad que he perdido en el camino, me devolvió un poco de mí.