jueves, 22 de agosto de 2013

Nuestro lugar en el mundo.

Nuestro lugar es con los Dioses, en la aperlada compañía que nos otorgan.
¿A dónde te has ido todos estos años?
¿Tu morada se ha vuelto tu temible perdición?
Te extraño, te necesito para poder ver el origen del todo.
Te necesito para levantarme en armas
Te imploro que vengas para que rescatemos el mundo.
¿En dónde estás ángel de amor?
¿A dónde se fue tu promesa?
¿En dónde está estallando toda esa energía que nos prometimos?
Tu lugar es con la Diosa, la Diosa Madre que soy yo.

martes, 20 de agosto de 2013

El le daba el morado a mis días.

Extraño cuando era sencillo enamorarse, cuando no había fronteras ridículas, cuando los sentimientos entre todos nosotros no se habían acomplejado tanto y se dejaban llevar por la ingenuidad. Ahora, tan imperfectos como siempre, pero sin saber cambiarlo, algunos van por la vida como diría mi nuevo maestro, como Satélites, perdidos en el espacio, pero consumiendo y  absorbiendo la energía de otros.

Mi estimado S se alejó para dar lugar al nuevo maestro, pero ahora será otro mi destino, vuelvo a devorar ideas absurdas de los demás, regresé a la morada de mi destino que quise negar por años. Regresarán a contarme sus penas y yo estaré ahí escuchando, aceptando, redimiendo, ayudando. Quisiera recuperar a mi alma gemela, que se ha ido y que me ha dado una patada en los ovarios con su cabrona despedida, no por nada es idéntico a mi. Pero tal vez el camino para recuperar su añorada y complementaria compañía es terminar el camino que empecé hace años a lado de S. Abrir los chakras, iluminarme, iluminar a otros y que se vayan. Todos se han ido y no les he permitido el regreso, no es correcto, me ha lastimado por años. Pero la misión ha regresado y S lo sabe. Y yo más que nadie, lo sé, porque ya empezó a suceder de nuevo.

jueves, 8 de agosto de 2013

Siempre queremos más.

Ese es el gran problema siempre, estamos con alguien y deseamos cada vez más y más. Queremos ser exclusivos, queremos ser los únicos, los mejores, si se puede los primeros y los más importantes en la vida del otro. Deseamos controlar cada situación, cada pequeño detalle y no nos damos cuenta que en ese ir y venir asfixiamos al otro. Desgastamos las situaciones, le quitamos el elemento sorpresa a la vida y a la vez nos preocupamos tanto por ser en la vida del otro alguien que dejamos de ser nosotros mismos. Ni siquiera sé porque escribo esto, tal vez por todo lo que he visto últimamente y porque en múltiples ocasiones yo me he comportado de esa manera, aunado al hecho de que he perdido la inspiración para mi novela.

Ahora lo pienso, querer ser exclusivo es tonto, pero teóricamente sospecho que es parte de la condición humana. Y parte de nuestros tontos complejos.

Retomando lo de la inspiración para mi novela, no sé que giro darle, sé todo lo que me falta escribir, pero todo se ha estancado, mi fantasía se cortó como leche agria, me dieron un balazo en las emociones y me es difícil volver a empezar. Principalmente y ahora entiendo porqué escribo estas cosas, es porque quisiera comprometerme de verdad con alguien, mi relación más duradera fue de dos años y creo que el enamoramiento se agotó y el amor no fue suficiente. Tal vez fui yo la que quería más y más, hoy no sé que quiero, creo que soy un corazón difícil de consolar y estoy muy dañada.

Hace poco me sorprendí preguntándole al amante en turno:
- ¿Te parezco bonita? ¿Te gusto?
Y el contestó:
-Si, si no, no estaría contigo.

Sigo siendo tan insegura.