Creo que tengo que volver a las letras, ellas siempre han sido nobles conmigo, la literatura en su magnitud me ha llevado a razonar y vivir mundos distantes o por lo menos intentar cuestionarme todo el tiempo la manera en la que vivo y mis ideas.
Los últimos meses de mi vida creí que todo se mantenía a flote, mi salud había mejorado notablemente, mi aspecto físico también, prometí a mi misma no volver a verme mal o a sentirme mal por nadie, me sentía con una energía renovada y una seguridad increíble, me sentía querida, por algunas pocas personas pero realmente querida. Pero todo eso fue efímero, como todas las cosas, todo aquello se derrumbó por completo debido a un par de traiciones que viví, la primera de una persona a la cual le había empezado a tener muchísimo cariño y a quien pretendía proteger - rayos a veces quisiera no estar tan jodida y que encariñarme no fuese una hazaña sino un placer - la segunda, la segunda solo fue la cereza de un pastel que ya se había echado a perder.

Aquel sentimiento que vivo estos días es como un enorme vacío que me carcome por dentro, como tomar una cucharada de cianuro todas las mañanas antes del desayuno y eso me preocupa, siento que mi cuerpo se derrota ante aquel, la verdad de todo esto es que no puedo confiar en nadie, no puedo explicar ese vacío que se siente en el interior y el problema no son los demás, soy yo que no desea volver a sentir dolor y en esa negación siento más dolor del necesario. Mi miedo, mi enorme miedo a ser defraudada de nuevo me está llevando a cerrarme a todas las posibilidades de ser feliz, es como un pequeño escudo que me he creado, vivo dentro de la coraza y en la coraza no hay felicidad solo una enorme evasión a la vida, evasión a volver a sentirme querida, porque cuando te quieren te lastiman.
Pero dicen que el amor más importante de todos debe ser el propio todo lo cura... aquella frase taladra mi mente estos días: "No puedes estar bien con alguien si no estás bien primero contigo mismo".
Intento quererme y aceptarme como soy, comprenderme y no ser dura conmigo misma, pero veo como la persona que he decidido ser en este mundo no es querida ni aceptada, todas las personas solo ven lo bueno en uno, a nadie le interesa hoy en día querer a alguien con sus defectos y sinceramente creo que tengo muchos y muy pocas ganas de modificarlos debido a mi apatía y a mi perdida de energías para luchar en busca de algún sueño. Así mismo para mi es más difícil encontrar quien valga aquel esfuerzo de cambio, aunque ese alguien debería de ser solo YO.
El proceso de reconstruirme lo he realizado una y otra y otra vez, siempre regreso con más fuerzas que antes, pero sinceramente estoy cansada de este ir y venir, de aquella montaña rusa, creí que algo que ya se había roto no podía volver a romperse, pero me equivoqué, sigo teniendo emociones, sigo siendo muy sensible, me siguen molestando las injusticias y las personas que mal tratan y que no les importa dañar, me duele la traición y la mentira. Me sigue doliendo el sentirme ignorada con mis cosas y el estar todo el tiempo sola en mis decisiones y mis proyectos, tal vez debería volverme una persona más sencilla, humilde y probablemente más estúpida y simplemente dejar de pensar tanto en el idealismo del ser y simplemente dedicarme a ser yo. O ocupar una máscara social (que creo que he empezado a construir una, me he dado cuenta de que el mundo quiere algo plástico y barato sin complicaciones) puedo fingirlo para encajar con todos y tener mis momentos para ser Yo, solo conmigo misma escribiendo como loca y disfrutar de mi rareza en mi intimidad mientras todos creen que soy una persona normal y feliz.Todo lo anterior... o tomar antidepresivos again y olvidar el dolor por un rato, aunque la felicidad sea más falsa que mis sueños y mis ilusiones.

No hay comentarios:
Publicar un comentario