martes, 21 de junio de 2016

Favor de ignorar al remitente

Escribiré esto por única vez y sin afán de justificar mis acciones. Sé que leerás esto y te pido por favor en primera instancia no me busques, algún día tal vez yo lo haga y estarás en todo tu derecho de aceptarme o rechazarme así como yo lo hice.

Tengo 27 años, cada vez más cerca del tercer piso. Muchos de mis amigos ya tienen su vida encausada y encursada o por lo menos es lo que aparentan. Me da gusto por ellos. En mi caso la vida me hizo dar muchas vueltas y tuve que cometer una enorme serie de errores que me llevaron a mi y a otras personas involucradas, incluyéndote, en un espiral de autodestrucción. O como le llamo: huracán Nadia.

Llevo un año intentando reconstruir mi vida, obligando a mi mente a no caer de nuevo en patrones dañinos para mi persona, empezando primera y únicamente conmigo misma. Cerré momentáneamente muchas puertas, me aislé del mundo, dejé de darle a los demás por mucho tiempo amor. Me ensimismé de manera egoísta en mi mente para encontrar  mi camino.

Finalmente todo empezó a cobrar sentido, empecé poco a poco a descubrir quien soy, porqué soy así y a dónde quiero ir con esto. Me sentí feliz descubriendo que en el mundo existen personas como yo y finalmente que existen otros mundos donde las personas como yo pueden ser felices. Descubrí de dónde vengo y finalmente descubrí el próximo destino al cual tal vez en algunas cuantas vidas más consiga llegar.

He encontrado el camino para conseguirlo y aunque a pesar de todo aun sigo debatiendo en mi interior con las fuerzas oscuras que en mi habitan, descubrí que quiero ir hacia la luz. No me interesan más las prácticas oscuras, he conseguido vibrar en una energía diferente, viviendo bajo los principios y la Ley Universal.

 Actualmente me amo, amo a mi hijo y estoy aprendiendo a amar mi entorno y usar mi energía para transformarlo. Emanando respeto y amor hacia los demás. No puedo en estos momentos permitirme regresar a las viejas prácticas que llevaba, a esos malos hábitos. Finamente he conseguido destruir mi Ego y destruir otra de mis personalidades igualmente difíciles, Lujuria.

Ya solo somos dos, una dinámica dualidad, individuo.... Dúo indivisible.

He aprendido a ser mi propio guía y mi propia brújula. Estoy segura de mi rumbo y acepto con amor a quienes quieren estar a mi lado de forma honesta, humilde y sana. Disculpa si no te dejo pasar nuevamente a mi vida y disculpa la careta y la hostilidad con la que te traté hace unos días. Realmente no puedo permitirme volver a mis antiguos hábitos, me siento vulnerable. De alguna forma soy como un adicto que se está desintoxicando. Era adicta a las relaciones destructivas, era adicta a los amores no correspondidos, era adicta a las personas que me absorbian, era adicta al mal trato, era adicta a dar demasiado, complacer a todos, dando lo que no podía y todo hasta quedar vacía y no darme lo mismo a mi o a mi hijo.

Estoy aprendiendo a hablar con la verdad... Si regreso a ser tu amiga, siento que retrocederá la manera en la que he avanzado y regresaré a una relación injusta y por respeto a ti y a mi prefiero alejarme, hasta que finalmente exista un equilibrio.

No soy tu maestra, no soy tu amiga, no soy tu ejemplo a seguir y sinceramente, no puedo escucharte en estos momentos ni brindarte nada. Estoy viviendo mi propia revolución sin importar quien se queda o quien se va. He soltado y cortado todos mis lazos y vivo con los que por voluntad se quedaron.

Amo mi presente y amo mi camino. Espero pronto puedas encontrarte con tu verdadero ser interior y conectar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario