domingo, 14 de agosto de 2016

Furia, bestia

Mi cabeza está hirviendo en estos momentos, ayer cometí un error imperdonable, ni siquiera puedo pedirle perdón a quién dañé porque realmente no acabo de asimilar mi comportamiento estúpido. Tenías razón con ese mensaje, en realidad a quien no soporto es a mi misma, no sabes cuantas veces he querido terminar con todo esto. Tal vez he basado mi vida en mis propias y absurdas mentiras diciéndome a mi misma que soy buena persona y que todo lo que me pasa es culpa de los demás y que de alguna forma yo nunca he lastimado a nadie...

Pero en estos momentos sólo sé que yo soy igual que el resto del mundo, vengo de lo mismo, actúo de la misma manera egoísta, soy absolutamente lo mismo de lo que me quejo al ver el comportamiento de los demás. 

¿Y si la persona tóxica soy yo? 

Soy transparente. 
Me puedes oler muy bien. 
Desde que me presento, 
No tengo que hablar para darme a entender. 
Mis ojos te lo dicen todo. 
Mi boca arrulla lo que pienso. 
Sabrás que es lo que siento, 
Con sólo tocar mi piel. 

No muerdo, ni acaricio. 
Sólo hiberno todo el tiempo, 
En mi jaula de almohadas, 
Dónde nadie sabe la verdad. 

No tengo voz para decirlo, 
Por eso vengo y te lo escribo. 
He deshonrado a mis principios. 

Nunca he tenido la furia de un león. 
Siempre tomando el camino corto, 
Como él me enseñó.

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