Para ser feliz tengo que aniquilar aquella parte de mí que es rebelde, que es ansiosa, que se decepciona, esa voz que me dice: No es justo, no te aguantes, está mal. El hombre y la sociedad esperan que una mujer sea obediente, sumisa, recatada, que atienda al hombre en todo aspecto, que no vea para sí misma, que deje sus sueños y ponga por encima los de su pareja y a sus hijos. Que no se atreva a salir a la calle y encontrar placer en otras cosas que no sean su casa y sus hijos. El hombre cree que la mujer trae en los genes la maternidad, el orden, la limpieza, la destreza para hacer el quehacer. Para el hombre no existen los procesos, ni la adaptación, simplemente el amor es algo que se implanta y que es eterno en el corazón de la mujer. No son válidas las muestras de rechazo ni el tener una inconformidad en cómo se ama.
Una parte de mi debe de morir, la parte que cree que lo que escribo no es verdad.

No me lo tomes a mal nadia, pero no pienso que sea cosa del hombre o la sociedad, creo que eres tú la que se está auto imponiendo esto, y de alguna manera estas buscando justificarlo.
ResponderEliminarSeñor Damián miles de meses después contestando esto, por si lo lee o no. Solo quiero que sepa que esta es la mentalidad de Ismael la cual quería imponerme el y su familia. Por suerte hoy ya soy libre. Fin del comunicado.
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