Necesitaba un respiro de lo cotidiano, mandé a Julián a pasar unos días con su papá y mientras yo vine a pasar esos mismos días a la casa de mi abuela, lugar donde crecí y lugar donde las puertas siempre estarán abiertas. Necesitaba un poco de cambio en la rutina, realmente extrañaba esto, mi antigua recamara, aun siento la buena vibra en este lugar, me causa enorme nostalgia y a la vez una enorme paz estar aquí, siempre fue mi pequeño refugio, mi zona de confort, lugar perfecto para reflexionar y meditar.
La energía positiva fluye en mi interior reconforta, alivia y sana.
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