Oficialmente con este calor del infierno no puedo dormir. Ya llevo varios días sin poder dormir por otros motivos creo yo enteramente más estúpidos que este calor pero los cuales justifico en mi cabeza y creo que han sido buenos motivos (si el autoengaño es lo mio). Pero por alguna extraña razón todo aquel cansancio que experimenté en meses anteriores se ha empezado a disipar; yo sé que debo ponerle un orden a esto de mis malos hábitos con respecto a mis horas de sueño, básicamente nunca he tenido un horario para dormir, un horario para comer ni mucho menos un horario para otro tipo de actividades.
A veces vivir el momento no es la mejor alternativa ni la mejor decisión, hay veces que es necesario echar un vistazo a aquel futuro que aunque muchas personas no quieren ver es enteramente obvio. Si comes altas cantidades de azúcares y/grasas, si te desvelas, si fumas, tomas, no haces ejercicio y demás malos hábitos y en algunos casos vicios, lo más probable es que todo aquello que cobre la factura tarde o temprano.
Estas desveladas infernales ya me causaron estragos físicos los cuales no pienso mencionar porque realmente me hacen sentir mal y en verdad no quiero que empeoren.
lunes, 30 de abril de 2012
miércoles, 25 de abril de 2012
Confesiones de un artista Parte II
Aún recuerdo la primera vez que te vi. Fue en uno de esos tontos primeros días de clase en los cuales nos hacían formarnos en el patio del colegio y escuchar algún tonto discurso sobre la excelencia académica del instituto. Tu estabas ahí, siendo el fanfarrón de primera que siempre has sido. Recuerdo tu mirada, como aquellas que se te graban en el recuerdo y no sabes porque razón.
Un año después el destino te acercó a mi, te cambiaron a mi grupo y nuevamente tu seguías siendo aquel fanfarrón bastante pesado y bastante vulgar. Pero creo cariño que me gustan las vulgaridades.
Yo tenía un corazón roto, por aquel otro hombre de mi vida que, no era vulgar pero era un peligro y pues tu estando ahí simplemente entraste para sacar al otro. Siempre fuiste un mal necesario.
Con el tiempo entraste y te quedaste mucho tiempo, llegué a convencerte de que anduvieras conmigo. No recuerdo que te dije. Todo indica que en aquellas épocas yo cometía las bajeses de declarar mi amor sin temerla ni deberla. Cariño yo se que tu no me querías como yo a ti, pero también he sabido que es difícil negarme algo. Todo fue un triste fracaso que nos separó por un largo tiempo.
Un año después, llegaste a mi vida nuevamente, seguías siendo un fanfarrón y cada vez más vulgar; pero yo ya no era la misma chica de la cual todos se burlaban. Había adquirido cierto respeto, o al menos eso quiero creer, usaba maquillaje, me pintaba el cabello de colores, reía mucho y era muy inteligente. En algún instante volviste a entrar, platicábamos horas enteras, creía conocerte y creí que a alguien por primera vez le importaba. Tenía ganas de ser rescatada y también de rescatarte a ti. Pero todo era un triste engaño, tu sabes jugar a las cartas y yo siempre he sido muy ingenua.
Aun recuerdo la luz de aquella lámpara en la madrugada cuando colgaba el teléfono después de escuchar tu vos, recuerdo aquel cuento del unicornio que me contaste y también tengo las cartas que te escribí. Una de ellas estaba basada en una canción de mi banda favorita de aquel entonces: Placebo - Every me, every you, cosa que jamás te dije porque era parte de mi encanto; también recuerdo que una de ellas la escribí en una envoltura de chocolate que tu me habías comprado la última vez que salimos juntos.
Acabo de recordar un día que fue determinante en mi vida, que pretendo narrar: Al día siguiente de que tu me habías botado yo llegué como de costumbre tarde, el locker donde se encontraban mis libros era demasiado alto, lo abrí y el libro de aritmética cayo en mi nariz. Tu viste toda la escena, recuerdo nuevamente aquella mirada de quien solo sabe burlarse de las situaciones. Te fuiste huyendo de mi y yo cruce todo el patio aguantando las ganas de llorar y fue cuando abracé fuertemente a la primera persona que tuve cerca de mi quien me consoló y me dejo llorar en su hombro un buen rato y esa persona curiosamente se convirtió en motivo de la siguiente entrada de confesiones que tengo que hacer.
Después de tantos años, sin motivo alguno volví a soñar contigo, estábamos en la escuela y había una especie de simulacro sísmico o creo que si estaba temblando, porque tu me protegías, cosa que en la vida real jamás hiciste. ¿Quiero saber por qué nunca lo hiciste? Solo eras un encantador engaño, así fue como siempre te tuve en mi mente y tu lo sabes o creo que lo sabes. Y pronto te volveré a ver porque quiero saber si realmente te importaba. Solo es eso curiosidad para que no vuelva a soñar contigo.
Un año después el destino te acercó a mi, te cambiaron a mi grupo y nuevamente tu seguías siendo aquel fanfarrón bastante pesado y bastante vulgar. Pero creo cariño que me gustan las vulgaridades.
Yo tenía un corazón roto, por aquel otro hombre de mi vida que, no era vulgar pero era un peligro y pues tu estando ahí simplemente entraste para sacar al otro. Siempre fuiste un mal necesario.
Con el tiempo entraste y te quedaste mucho tiempo, llegué a convencerte de que anduvieras conmigo. No recuerdo que te dije. Todo indica que en aquellas épocas yo cometía las bajeses de declarar mi amor sin temerla ni deberla. Cariño yo se que tu no me querías como yo a ti, pero también he sabido que es difícil negarme algo. Todo fue un triste fracaso que nos separó por un largo tiempo.
Un año después, llegaste a mi vida nuevamente, seguías siendo un fanfarrón y cada vez más vulgar; pero yo ya no era la misma chica de la cual todos se burlaban. Había adquirido cierto respeto, o al menos eso quiero creer, usaba maquillaje, me pintaba el cabello de colores, reía mucho y era muy inteligente. En algún instante volviste a entrar, platicábamos horas enteras, creía conocerte y creí que a alguien por primera vez le importaba. Tenía ganas de ser rescatada y también de rescatarte a ti. Pero todo era un triste engaño, tu sabes jugar a las cartas y yo siempre he sido muy ingenua.
Aun recuerdo la luz de aquella lámpara en la madrugada cuando colgaba el teléfono después de escuchar tu vos, recuerdo aquel cuento del unicornio que me contaste y también tengo las cartas que te escribí. Una de ellas estaba basada en una canción de mi banda favorita de aquel entonces: Placebo - Every me, every you, cosa que jamás te dije porque era parte de mi encanto; también recuerdo que una de ellas la escribí en una envoltura de chocolate que tu me habías comprado la última vez que salimos juntos.
Acabo de recordar un día que fue determinante en mi vida, que pretendo narrar: Al día siguiente de que tu me habías botado yo llegué como de costumbre tarde, el locker donde se encontraban mis libros era demasiado alto, lo abrí y el libro de aritmética cayo en mi nariz. Tu viste toda la escena, recuerdo nuevamente aquella mirada de quien solo sabe burlarse de las situaciones. Te fuiste huyendo de mi y yo cruce todo el patio aguantando las ganas de llorar y fue cuando abracé fuertemente a la primera persona que tuve cerca de mi quien me consoló y me dejo llorar en su hombro un buen rato y esa persona curiosamente se convirtió en motivo de la siguiente entrada de confesiones que tengo que hacer.
Después de tantos años, sin motivo alguno volví a soñar contigo, estábamos en la escuela y había una especie de simulacro sísmico o creo que si estaba temblando, porque tu me protegías, cosa que en la vida real jamás hiciste. ¿Quiero saber por qué nunca lo hiciste? Solo eras un encantador engaño, así fue como siempre te tuve en mi mente y tu lo sabes o creo que lo sabes. Y pronto te volveré a ver porque quiero saber si realmente te importaba. Solo es eso curiosidad para que no vuelva a soñar contigo.
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martes, 24 de abril de 2012
Viviendo una distopía. (Desde que el sueño comenzó)
El primer amor de mi vida y precursor a mis ideas distópicas e inspirador de un sueño que se veía casi imposible fue: David LaChapelle: Fotógrafo quien decidió captar y hacer fotomontajes con manipulación digital de cuadros que muestran momentos de caos y destrucción pero con un toque de romanticismo y nostalgia que me evocan un instante donde no existe nadie mas observando. Me sumerge en una atmósfera indescriptible en la cual me dan ganas de llorar viendo toda esta belleza destruida y corrompida y que a nadie le interesa. Que nadie puede rescatar. Hoy, teniendo mucha suerte y al parecer sin ser casualidad encontré estas fotografías de Lori Nix. Ella se dedica en las noches a elaborar minuciosas maquetas y por las mañanas se dedica a fotografiar estos pequeños escenarios de caos y tristeza que ella ha creado. Otra belleza arruinada por el olvido y el abandono.
Probablemente me identifico mucho con estos cuadros porque así es como me he sentido todos los días de mi vida. Como aquel cuadro que fue destruido pero que sobrevive y que sigue esperando mientras el tiempo se congela y los minutos se hacen eternos en un silencio en el cual se puede danzar.
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Excuses
Dele play primero.
Estoy cansada de las grandes explicaciones, de las personas que justifican todos sus actos. De aquellos que no pueden pedirte una disculpa sincera sin decir: Perdóname, lo que pasa es que fue porque... ¿Acaso es mucho pedir que solo pidan perdón? y quizá un: Intentaré que no vuelva a suceder. Es como un vicio aquello de justificarlo todo y me he pillado cometiendo aquello una y otra vez y eso me ha hecho creer que es por ello que muchas veces yo no puedo convivir con muchas personas.
Hay veces que lo mas divertido, simple y hermoso no necesita ser justificado todo el tiempo. A veces solo se arruinan las cosas y los momentos. No hay que probarle nada a nadie.
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lunes, 2 de abril de 2012
El lenguaje de la duda
Presentar dudas o confusiones ante cualquier decisión, iniciativa o resolución (puesto que si puedes haber tomado una decisión pero no confiar plenamente en la solución que te has propuesto llevar a cabo) te proyecta hacía los demás como alguien que nunca sabe que hacer, una persona insegura incapaz de tomar las riendas en algún proyecto o inclusive de tomar las riendas de su propia vida.
Todo esto se expresa con actitudes como titubear al hablar, no contestar abiertamente preguntas, preferir evitar hablar sobre decisiones personales, etc.
Bueno pues básicamente me describí un poco a mi misma con todo esto y deseo ya dejar a un lado este lenguaje de la duda que en vez de beneficiarme me ha empezado a sofocar.
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