Probablemente la primera confesión fue la más dolorosa, pero está que es la última es la más difícil, con ella se pueden atar todos los cabos sueltos que he dejado misteriosamente sin explicarle a nadie, nadie que se haya topado conmigo.
Salvo tu JR. ( Lo siento ).
Sufro de una enfermedad llamada: Trastorno Límite de la Personalidad. (T.L.P.) Borderline.
México, D.F. Jueves 3 de Enero de 2013.
Hay algo en esta tranquilidad que no me deja dormir, se siente como la calma después de una tormenta, pero que avecina una nueva. Todos los días se han convertido en una lucha para mi, no sé en que momento me voy a enojar por algo, o si será un día normal o inclusive raras veces un día feliz y tranquilo. No puedo proponerme a estar bien porque no tengo el control sobre mis emociones. A veces puedo estar muy bien, otros días llega esa tormenta que me hace decir cosas sin sentido, que me arruina el resto del día.
Lo más difícil de esto es entender cuando las personas no
pueden estar conmigo, o no me quieren. Despedirse de quien más se quiere y a la
vez darme cuenta de que mis relaciones son vacías, nada tiene valor ni importa.
Lo segundo es ilusionarse con algo, crearse una fantasía en la cabeza y darse
cuenta de que las cosas nunca son como uno quiere o planea.
Luego viene la parte en la que no quiero hacer nada, porque nada
vale la pena, a nadie le interesa si hago o no hago algo, siento una enorme frustración y veo como todos mis esfuerzos se van a un precipicio y no los puedo rescatar. Solo quiero dormir y
escaparme de esta realidad que me deprime y soñar. Y el vacío nunca desaparece.
Todos los días siento que no se quien soy. Me veo al espejo
y no encuentro mi identidad. Es una figura y un rostro completamente nulos, siempre creí que algún día me encontraría a mi misma y habría paz, pero esa ilusión parece ser solo un cuento de hadas que yo me conté durante años.
Cuando me siento mal y lloro me duele mucho mi cabeza, la
sangre fluye y siento que va a estallar, se satura de ideas y solo quisiera
simplemente acabar con este dolor tan inmenso de golpe, arrancarme la cabeza,
dejar de sufrir para siempre, distraigo aquellas ideas causándome dolor físico que distraiga el dolor mental. Me golpeo, me rasguño, arranco mi cabello, me castigo.
No me gusta que nadie me vea así, intento ocultar esto que
me sucede, siento que soy un monstruo y que deberían avergonzarse de mi
persona. Tengo miedo porque solo pido comprensión y amor y solo he recibido
juicios. La clásica frase: No tienes nada, échale ganas.
Mi madre tiene el mismo problema que yo, la he visto ponerse
mal, así mismo me han contado de las cosas que es capaz de hacer estando en un
mal estado. Cuando era niña no entendía lo que a ella le pasaba, probablemente
mi destino me hacía comprenderla, era como una proyección de mi futuro. Por muchos años siempre tuve miedo ser como
ella, no entendía porque era así y odiaba cuando alguien se atrevía a compararme, ahora me siento mal, creo que las personas solo culpan y comparan.
Los pocos meses que estuve viviendo con mi padre, cerca de
su casa, su esposa que no me quiere se la pasó comparándome con mi madre.
Diciendo que yo era el mismo desastre que ella. A veces siento que haga lo que
haga siempre estará esto que me persigue y me condena.
Quiero dejar de luchar contra esto que me pasa, quiero dejar
de afectar mis relaciones con las demás personas, pero a veces siento que no
puedo vivir ni convivir con nadie. Me
asustan y a la vez me irritan las demás personas. Siento que todos son gestos
vacíos de convivencia, pocas veces me he sentido querida. Necesito mucho amor.
Por el contraste cuando noto que alguien se enamora de mi prefiero huir, siento
que solo ven la parte bonita de mi, la cubierta de todo lo que hay en el fondo.
En el fondo hay mucho dolor, muchos rencores, miles de cosas que no he podido
entender y cientos de ilusiones rotas.
Mientras tanto... a seguir fingiendo que todo está bien.
Nobody take´s a picture of his bad moments.


Se te va a extrañar por aquí.Yo no soy bueno para escribir, así que te comparto un texto de una amiga:
ResponderEliminarSe juega para perder, pero usando estrategia de ganador, asustando hasta al mismo juego. Un día el fracaso será planeado y no un involuntario autosabotaje, será sorpresivo y delicado:
elegante como la primera nevada.
Susana Santoyo
Que todo vaya mejor.
F.
Hola Francisco, gracias por tu comentario!
ResponderEliminarProbablemente no deje de bloggear porque de alguna forma cuando escribo evito ponerme peor con esto que me sucede. Es solo que quería ya de una vez dejarme de rollos y aclarar lo que me pasa.
Cuando vuelva a surgir la inspiración seguiremos por aquí.
Queen N.