Pasado perdido.

Me enloquece el hecho de no volver a saber de alguien. Principalmente hoy en día en el cual la tecnología nos permite acercarnos fácilmente a cualquier persona. Estamos a pocos pasos de quien sea.

Pero existen en mi vida tres enormes vacíos que han dejado esas personas que por alguna razón desaparecieron.

La primera de ellas y la principal es: Marco Polo (no el idiota de los viajes) sino un chico que conocí hace 6 años, de una manera bastante inusual. De alguna forma el marcó mi vida, con amor y odio, con su forma extravagante de ser y sus gustos musicales. Quisiera saber que es de el, pero no lo logro localizarlo de ninguna forma. No sé bien su apellido, por lo regular usaba seudónimos, su cuenta de hotmail, me rebota los mails como dirección errónea.

La segunda persona es: Manuel, un amigo de la universidad con quien por un pequeño periodo de tiempo me involucré sentimentalmente. Encontré su facebook, pero creo que no desea agregarme (eso o murió y nadie ha desactivado su cuenta).

La tercera es: Gabriel, lo conocí en la primaria y hace 3 años volvimos a tener contacto por messenger. Pero sorpresa, messenger ya no existe. Conozco su nombre completo, igualmente su dirección de hotmail, pero simplemente no aparece por ninguna red social.

El hecho de no tener contacto con estas personas, de no saber si siguen vivas o no, me causa una enorme locura, a veces siento que son  producto de alguna alucinación mía, principalmente Polo, el parece producto de mi esquizofrenia.

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Yo creo que mis estadísticas de lectores son puros Boots.

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El arte de proyectar. Me.

En la facultad de arquitectura nos enseñaron a proyectar edificios, construcciones y gran diversidad de espacios. Hay, como en todo, una metodología del diseño y de la proyección. A final de cuentas quien maneja mejor el método obtiene un mejor resultado final del concepto proyectado, al grado de poder llamarlo: Obra de arte o Patrimonio de la humanidad.

¿Y si decido proyectar mi vida? Convertir mi vida en una obra de arte creada por mis propias manos. Decidir hacia dónde, cómo y cuándo ir.

Me he dado cuenta estos últimos días que proyectarse no significa querer ser alguien más, ni anhelar las cosas ajenas. Proyectar: es crear algo nuevo y funcional y de preferencia bello,  dependiendo de las características intrínsecas de las necesidades particulares de cada individuo, conociendo sus determinantes y sus condicionantes. No copiar al de a lado.

Por mucho tiempo he anhelado las cosas y situaciones de los demás, hace algunos meses: Los empleos de otros, las graduaciones de otros, los matrimonios de otros, los hijos de otros, los carros de otros, los lujos de otros, etc; y sin voltear a ver lo que a mi me corresponde mi propio y único destino. Probablemente si empiezo a pedir y a crear lo que a mi me corresponde y a ser feliz con ello, todo empiece a cambiar. Mi método de proyección era equivocado y no se puede obtener lo que ya es de alguien más, pero si se puede obtener lo que le corresponde a cada quien.

Confesando como de costumbre.

Un twit, un blog, un espacio en el cyber espacio donde no existen las barreras sociales tangibles como se dan frente a frente. Necesito explayarme y explicar esto que me sucede. Grito en silencio todas las noches por confesar todos mis pecados y que me amen con todos ellos. Soy un verdadero desastre, merengue emocional e intelectual y corazón de condominio. Me enamoro sin amar y siempre creo que es amor. Doy todo de mi en un principio y me quedo vacía con un hueco enorme en el alma que se vuelve a llenar y rellenar de falsedades, como el ave fénix que resurge de sus propias cenizas, esa soy yo; dando ciclos de autodestrucción y reconstrucción una y otra vez siempre sin dar en el clavo: Un momento, un lugar, una Nadia segura de quién es sin necesitar a nadie más y sin necesitar la presencia de algún extraño que finjo conocer y a quien le doy el poder de manipularme y cambiarme a su antojo.

No quiero volver a dejar nada por nadie, no es justo, eso no es amor.

He vuelto a recaer en un ataque de ansiedad y me he vuelto a lastimar físicamente:

Él se fue.

Estoy pasando una situación de duelo tras el rompimiento de una relación amorosa. Parece una montaña rusa, pero debo de admitir que él se fue para siempre y para bien.

A mi y a mis cosas nos ha dado el vahído, se me ha descompuesto la computadora y el calentador y mi cabeza está también un poco descompuesta intentando remediar los estragos de todo esto.

Me siento como "La mujer que ama demasiado". Volví a dar todo en charola de plata y lo que se consigue de eso es el que no te valoren, él no valoraba mi espacio y lo poco o mucho que yo pudiera tener y compartirle. ¿Por qué carajos son así los hombres?

Por otro lado yo cometí el error de dejar mucho por él y me cuesta mucho trabajo recuperar mis cosas, mi persona, mis amistades, a mi gente. Sinceramente me siento algo sola, tengo ganas de salir y vivir intensamente todo lo que no pude hacer estando a su lado, pero me falta coraje, valentía. Me falta el amor bonito, ese que empieza por uno mismo y que sirve para hacer y cumplir los sueños.

La Ausencia es por definición el espacio vacío que queda cuando alguien no solo se va,sino que nos deja. O por lo menos así se siente.

Si no aprendo a manejar mi soledad, se convertirá en mi condena o puede que todo cambie y yo la convierta en mi bendición.

Madre

Más allá de ser una ególatra retraída antisocial, de creerme un  pseudo artista, de llenar mi habitación toda la noche con mis sueños rotos, de intentar ser la estudiante estrella y de querer ser la amante perfecta; soy madre.

Con mucho dolor y entendimiento me di cuenta de que la maternidad es una prioridad en mi vida. Bien o mal decidí convertirme en mamá, ingenuamente sin saber todo lo que iba a suceder. No sabía en aquel momento que pronto me convertiría en madre soltera y que tendría que afrontar miles de retos y situaciones yo sola. Así mismo creía que todos tenían la obligación de ayudarme por ser parte de su familia y/o amigos, pero también aprendí que la ayuda no es obligación de nadie y que cada quien te ayuda cuando y como puede y muy a su manera. Esto me hizo aceptarme como la única responsable de sus decisiones y a intentar quitarme ese papel de víctima de las circunstancias que he estado cargando desde que me separé del padre de mi hijo.

Se requiere paciencia, amor, dedicación extrema. A veces hay días muy bonitos, otros días son muy difíciles, pero creo que la meta a alcanzar es que tarde o temprano Julián crezca y sea una mejor persona, sin tantas tonterías en la cabeza y darle lo que a mi difícilmente mis padres, con todas sus broncas,  pudieron darme: Amor.